Alguna vez nos hemos preguntado en nuestro día a día profesional por qué no salen las cosas como queremos o por qué por más que intentamos, seguimos obteniendo los mismos resultados. Definitivamente la respuesta está en nosotros mismos: si no cambiamos la forma en como hacemos y vemos las cosas, nuestra realidad tampoco cambiará por arte de magia.
El emprender un nuevo negocio o proyecto conlleva un sinfín de retos pero también de oportunidades que deberíamos saber aprovechar. Así como un atleta de alto rendimiento entrena todos los días con ayuda y orientación de su entrenador o “coach” para alcanzar el máximo desempeño en su disciplina, así las empresas y sus directores deberían replicar esta práctica para conseguir los objetivos de negocio deseados.
Sin lugar a dudas el coaching es la herramienta de gestión empresarial del emprendedor del Siglo 21. En ese sentido, recientemente la International Coach Federation (IFC) presentó el estudio 2014 ICF Global Consumer Awareness donde se encuestaron a personas de 25 países y se determinó que el coaching está teniendo una gran penetración y aceptación en las organizaciones debido a los beneficios que representa.
Algunos de esos beneficios son:
-Genera cambios de conducta significativa en los grupos de trabajo y alta dirección, que a su vez impacta positivamente en la productividad de las empresas.
-Ayuda a adaptar a sus clientes a mercados cambiantes.
-Sienta las bases de una buena coordinación para responder a las exigencias del entorno y la consecución de metas y objetivos.
-Impacta en las formas de trabajar en todos los niveles de la organización, con la finalidad de alcanzar las metas y generar valor para los clientes y accionistas.
-Permite distinguir el trabajo que genera valor para el cliente, del trabajo que es simplemente despilfarro burocrático.
-Enfatiza el trabajo en equipo y da a las personas mayor autonomía.
-Hace más competitivas a las empresas.
Sin embargo, es muy importante fijarnos en ciertos aspectos antes de contratar este tipo de servicio. Para ello te comparto los cinco tips para una efectiva contratación de este tipo de asesoría:
1. Certificaciones
Primero, que la institución a la que acudas sea seria y esté debidamente acreditada (corrobora las certificaciones). El que existan escuelas pequeñas que brindan estos programas, no quiere decir que su importancia se centre en su tamaño. Evalúa la información que te compartan y procura visitar sus instalaciones.
2. Historial
Revisa el historial de los profesores y cerciórate que el equipo de coaches esté debidamente certificado por la ICF. Eso te brindará la seguridad de que estás en buenas manos.
3. Nivel de certificación
Si vas a tomar coaching, pregunta por el nivel de certificación de tu futuro Coach y además define bien los indicadores de medición y gestión de coaching en el que estés inmerso.
4. Tiempos
Evalúa los tiempos y duración del programa(s) que elijas. No escojas algo que no vayas a terminar. Los programas de coaching varían desde los meses hasta dos años. Si vas a estudiar, no tomes cursos cortos, porque no te entrenarán seriamente. Si vas a tomar coaching, recuerda que puedes contratar por un número corto de sesiones y siempre esta en tus manos seguirlas y cortar tu proceso si no observas resultados.
5. Costos
Haz un presupuesto y evalúa las opciones de pago que más te convengan. Algunas de las instituciones cuentan con planes de pago, descuentos o promociones.
Finalmente, si estás pensando incursionar como coach te sugiero que eches un vistazo a la certificación Coaching Power – High Professional Coaching que permite capacitar a personas con carrera universitaria (sin importar su especialidad), directivos, gerentes, ejecutivos, profesionales, emprendedores y empresarios que deseen prepararse y formarse como Coach Profesional.
Por > @Entrepreneur
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