Si eres emprendedor o estás planeando entrar en el mundo de los que tienen su propio negocio, debes poner atención a tus finanzas desde ahora. Todos tus hábitos de gasto y ahorro en el ámbito personal serán las señales del éxito futuro de un negocio.
Conoce tres decisiones que debes tomar para que tu empresa arranque o continúe en un panorama con cuentas sanas.
1. Vive de acuerdo con tus posibilidades
Vivimos en una cultura en la que buscamos darnos un nivel de vida que no podemos pagar. Para darse cuenta de ello, basta ver el uso que se le da a las tarjetas de crédito para comprar artículos que no podríamos pagar en efectivo o a pocos meses. Es importante identificar la diferencia entre el estilo de vida que deseamos darnos y el que realmente podemos solventar.
Encontrar un punto medio entre estos dos es la mejor manera de premiar el esfuerzo laboral sin que esto signifique vivir al día o, peor aún, endeudarse. Imagínate, si hoy debes dinero a tus tarjetas de crédito y estás generando intereses por compras desmedidas, ¿cómo se potenciaría ese mal hábito cuando tengas tu propio negocio?
2. Vive con un presupuesto
Es muy común recibir el sueldo y comenzar a gastar sin identificar cuánto debemos ahorrar y cuánto podemos destinar a gastos. Hay que fijar un presupuesto para cada desembolso necesario e innecesario.
Podemos verlo como una gráfica de pastel en que cada rebanada es un consumo. Comencemos por hacer del ahorro el primer rubro que se cubra destinando idealmente un 20% del sueldo, dejando para la recreación un 5%, para finalizar con un 10% para cubrir tus deudas. Si resulta difícil sentarte y hacer las cuentas cada mes, crea un estimado en tu mente y ve sumando los gastos que puedes hacer por día o por semana y de ahí no te desvíes. Ten en cuenta que unos zapatos más son la diferencia de estar en endeudado o no.
3. Usa las tarjetas solo como medio de pago, no como una extensión de tu sueldo
Las tarjetas de crédito pueden ser muy benéficas si se usan debidamente haciendo pagos totales. Si quieres tener los mejores beneficios de tu plástico, la opción no es cubrir con ella los gastos que no pudiste absorber durante el mes con tu sueldo.
Si haces esto, tu deuda se convertirá en una bola de nieve cada vez más grande y llegado el momento, no habrá dinero que alcance para pagar tu deuda. En el caso de tu negocio, por ejemplo, no podrás pagar tu nómina con un crédito. Para ello tuviste que haber destinado una cantidad específica. El hábito personal de usar el crédito solo para comprar lo que podrías también pagar con efectivo o a pocos meses te ayudará a estructurar las finanzas en tu negocio.
Recuerda que todo hábito que forjes ahora se verá reflejado en la rentabilidad de tu negocio. Si todavía no has emprendido comienza por tomar estas tres decisiones con tus finanzas personales. Si ya emprendiste y tus hábitos no se parecen a los anteriores, realiza los ajustes necesarios. Aunque unas finanzas sanas no son el único factor que determinará el éxito de tu negocio, si son una parte muy importante.
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