#1 No tomar en cuenta los cambios del entorno
¡Aunque no lo creas! cansada de leer en todas partes que: “hay que analizar los cambios del entorno” “el entorno afecta el desempeño de los emprendimientos”, y sin embargo, no pude escapar de ello.
Me gusta recomendar a mis clientes un tipo de papel que es de calidad, económico y liviano.Ya tenía un proveedor de confianza que apartaba el papel para mis producciones a buen precio y mis clientes se sentían satisfechos con el producto. Pero, hubo una temporada en mi país en que la dotación de papel fue casi nula. Por tanto, las imprentas no estaban provistas del papel que yo estaba acostumbrada a ofrecer a mis clientes.
Los papeles disponibles eran de calidad, pero costosos y pesados como para un libro. Eso afectó en mi producto final y desde luego, en el precio. La consecuencia fue que perdí mi valor diferencial frente a la competencia.
#2 Contar los pollos antes de nacer
En mi país tenemos este dicho: “No cuentes los pollos antes de nacer” y lo que significa es que no podemos confiar en que de cada huevo nazca un pollo (o polluelo depende cómo se denomine en tu localidad). Y si lo trasladamos a los negocios podríamos decir que: “No podemos confiar en el éxito de una negociación, hasta que te pagan”.
En una oportunidad tenía un potencial cliente muy bueno, con una negociación importante. Estaba “casi” segura que el negocio se iba a concretar, y me adelanté a realizar unas inversiones en equipos que requería para cumplir eficientemente con la tarea. Y finalmente, no se concretó el negocio. Me quedaron unos equipos, pero casi me fui a la quiebra.
#3 Contar con un solo cliente
Por mi tipo de negocio es poco probable contar con clientes fieles, porque ¡vamos! es difícil que alguien escriba un libro a cada rato y lo quiera publicar. Así que mi apuesta es por volumen, buscar a muchos clientes que deseen publicar un libro.
En otra oportunidad, encontré a un cliente institucional que si me contrató varios libros. Eso me hizo quedarme en mi “zona de confort”, sin hacer mayor esfuerzo por buscar nuevos clientes. Y sin darme cuenta, me quedé con ese solo cliente.
Cuando dejó de contratarme, me quedé en el aire.
Tener plan “B” plan “C” ….. y hasta un plan “Z”
Como el entorno es cambiante, conviene tener escenarios alternativos por si no se dan las cosas como la planeas. Uno de mis planes alternativos es migrar a los libros electrónicos.
Otro, es estimular la escritura libre, sin miedo a filtros editoriales. Muchas personas no escriben por temor a que las editoriales rechacen sus manuscritos.
La dotación del papel ya no será un impedimento para hacer crecer mi negocio. Ahora se me abren infinitas oportunidades en el mundo del libro en la web.
No caer en la zona de confort
Caer en la zona de confort es peligroso. Te hace navegar por aguas aparentemente tranquilas, cómodas, pero en cualquier momento comienza el vendaval.
Fíjate que por estar “cómoda” con un solo cliente que me daba cierta estabilidad, después me quedé sin nada. Abandonar mi zona de confort solo implicaba atender el volumen de trabajo por un lado y por otro enamorar a mis prospecto. ¿Qué tan incómodo podía haber sido?
Lección aprendida…
No abandonar a un potencial cliente
¡Exacto! abandoné a mis prospecto por estar atendiendo el volumen de trabajo que me exigía el único cliente. Y mi explicación en aquel momento era que implicaba mucho trabajo hacer las dos cosas al mismo tiempo. Hoy lo hago diferente, cuando me encuentro con volumen de trabajo que sobrepase nuestra capacidad, contrato a un trabajador independiente por horas. Está muy de moda trabajar desde casa.
Ser flexible
Mirar las cosas desde un solo punto de vista te hace estar rígido y como tal, puedes quebrarte. Si tu actitud es flexible, puedes doblarte, esquivar, moverte, pero nunca caer.
Mi rígida visión era obtener un producto: “libro físico”¿Cómo cambié mi rigidez? bueno, en parte respetando mi “culto por los libros físicos”, pero tomé conciencia que hay otras alternativas. Para mí leer un libro físico es todo una experiencia multisensorial. Olor, textura y visualización tipográfica.
Quizás un libro electrónico no presenta las mismas sensaciones, pero aflora otras más interesantes. Además, reconozco de verdad todas sus bondades ecológicas, económicas, interactivas, etc.
Al superar esta visión, me hace migrar sin ninguna dificultad al e-book. Y como he ampliado mi percepción,entonces puedo vender la nueva versión de mi producto con la misma pasión que antes.
Realizar inversiones “dinero en mano”
En realidad, esta lección no requiere de mayor explicación. Esto me pasó por confiada e ingenua. Sin embargo siempre me gusta ver el lado bueno de las cosas. Tengo unos equipos que puedo aprovechar para nuevos trabajos. Solo que el retorno de la inversión se tardó más de lo que esperaba.
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