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martes, 1 de diciembre de 2015

Consumo Colaborativo para emprender compartiendo

Imagínate un mundo en donde puedas aprovechar aventones para trasladarte de un sitio a otro, en donde puedas utilizar aquello que tu vecino no usa, en donde la gente se ayude entre sí no solo en los momentos difíciles sino como un hábito, un mundo en donde comprar sea la excepción en lugar de la norma.
Pues este mundo ya existe y esperamos que se expanda esta idea en cada rincón y en cada aspecto de nuestras vidas. Se trata del consumo colaborativo, un modelo económico y social que mezcla la influencia de la tecnología, con el factor económico y el calor humano para ayudarnos entre sí.
Emprende fácil reciclando, usando la tecnología, ahorrando con el Consumo Colaborativo y dale un lado más humano crecimiento financiero.

¿Qué es el consumo colaborativo?

El consumo colaborativo o “economía colaborativa” es un sistema económico  basado en el intercambio, en el alquiler, en el uso compartido, en el préstamo, en la reutilización, en la comercialización o en la donación de bienes y servicios usando plataformas digitales como medio de comunicación.
El término “consumo colaborativo” (collaborative consumption) fue acuñando por primera vez por Marcus Felson y Joe L. Spaeth en el año 1978 pero se popularizó gracias al artículo “Consumo Colaborativo” de Ray Algar en 2007. Luego, este término ha sido ampliado por Botsman y Rogers en el libro “What’s Mine Is Yours: The Rise of Collaborative Consumption” (Lo que es mío es tuyo: el auge del consumo colaborativo).

¿Por qué surge el consumo colaborativo?

Este modelo, según los seguidores del consumo colaborativo ha surgido como una respuesta del modelo económico actual basado en el crédito, la publicidad, el consumismo, etc.
En Estados Unidos hay un fenómeno muy curioso. Algunos estudiantes universitarios que se mudan de ciudad para poder estudiar equipan sus pisos cada año, es decir, al llegar el verano y las vacaciones ellos venden, regalan o botan sus artefactos e inmuebles porque es más barato volverlos a comprar al regresar a clases que pagar el alquiler y los servicios del piso mientras no están. ¡Esto es casi una locura! Aunque es bueno para aquellas personas que no tienen problemas con adquirir productos de segunda mano es precisamente contra eso que quiere luchar el consumo colaborativo.
Consumo Colaborativo para emprender compartiendo

1)   Consumo colaborativo basado en productos

Son aquellos en los que se usa un producto sin ser propietarios del mismo o al menos no propietarios 100 %, como por ejemplo, compartir el coche (carsharing), alquiler de coches por horas, copropiedad de vehículos (carpooling), etc.
Este sistema de consumo colaborativo también está presente en la industria de la música como (Spotify, iTunes), en obras de arte, alquiler de ropa, entre otros.

2)   Consumo colaborativo basado en mercados de redistribución de un producto

En realidad lo que se hace es darle una segunda oportunidad al producto, aprovechar al máximo su potencial o darle otra vida. Los productos que no se utilizan se regalan, se intercambian (trueque) o se venden (a un precio muy bajo).

3)   Consumo colaborativo en estilos de vida colaborativos

Van más allá del producto en sí porque busca que la gente comparta experiencias, proyectos, recursos, etc., como por ejemplo, los préstamos P2P, las comunidades de acogimiento internacionales para viajeros, el coworking, Wikis (como Wikipedia), los bancos de tiempo o el crowdfunding.

Beneficios del consumo colaborativo

  • Ahorro: el beneficio principal.
  • Apoyo económico: muchas empresas son sin fines lucrativos y otras permiten ganar dinero.
  • Socializar: estamos en la era de las redes sociales pero ahora podemos socializar de una forma más personal, como en los viejos tiempos.
  • Es ecológico: ya que se basa en reciclar, reutilizar, reparar, redistribuir y reducir la producción.
  •  Divertido: hace sentir bien a quienes participan, como el voluntariado, etc.
  •  Es una filantropía y altruismo.
  •  Permite dar cara a la crisis económica.
  •  Ofrece muchas más opciones de compra-venta y uso de servicios y bienes.
  • Puedes conseguir presupuestos y colaboraciones como autónomo de forma más cómoda.
  • Compartes costos.

    ¿Cómo crear una empresa de consumo colaborativo?

    No creas que es algo tan nuevo, de hecho, eBayAmazon y otras empresas similares son un tipo de servicio colaborativo en el cual se venden productos usados o reparados. Ahora, también puedes incursionar en prestar un servicio, así que debes buscar qué producto o servicio haría falta en un sistema colaborativo y luego idear la manera de promocionarlo.
    • Encuentra el nicho del mercado. Enfócate en la idea y luego en la oferta para que así haya suficiente cuando la demanda te alcance y la gente encuentre lo que busca.
    • Sal a la calle, habla, pregunta y ofrece. La mejor manera es explicar tu idea como una ilusión optimista para salvar al mundo ya que mucha gente fantasea con esa idea y de seguro te brindarán todo su apoyo e ideas (aunque no tengas página web).
    • Luego, manos a la obra. Monta una plataforma, ya sea por redes sociales, por una página web, por medio de foros, etc. La idea del consumo colaborativo es que tenga una base en Internet.
    • Debes gestionar la reputación y la confianza de tu producto o servicio. Rodéate de los que saben y de los que verdaderamente te apoyan. La idea es que los usuarios base se incremente y que el negocio suba por sí solo. Recuerda la reputación online y el engagement con tus usuarios.
    • Haz ruido. Promociona tu idea con una página web, con un blog, por medio del correo electrónico, con una aplicación móvil, con un plugin, con un widget, con la publicidad en Internet y ¿por qué no? Anuncia tu idea en los medios tradicionales (radio, televisión, periódicos, cupones, etc.).
    • El consumo colaborativo, un modelo económico y social que mezcla la influencia de la tecnología, con el factor económico y el calor humano para ayudarnos entre sí. 

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