Brasil 2014
Nadie pareció imaginar que este martes 8 de julio Brasil
lloraría una derrota futbolística comparable al Maracanazo de 1950, o tal vez
peor. Y sin embargo, eso fue lo que ocurrió.
En las calles de Río de Janeiro hubo personas que sufrieron en silencio
frente a pantallas de TV, uno a uno, los goles con que Alemania eliminó a Brasil
en la semifinal del Mundial 2014, que acabó 7-1.
También hubo brasileños que descargaron su bronca con insultos a voz en
cuello, cuando los alemanes convirtieron su quinto gol en la primera media hora
de juego en Belo Horizonte.
"¡Cabronada!", gritaba uno en el bar "Mi Río" del barrio de Flamengo, donde
los vecinos suelen seguir en clima de fiesta los partidos del Mundial.
"¡Carajo!", protestaba otro a su lado.
Apoyado al mostrador había un hombre mayor con una camiseta estampada con
banderas de Brasil, su rostro apagado. "No sé ni qué pensar", repetía.
Una mujer lloraba en el entretiempo, mucho antes de que lo hicieran
futbolistas brasileños como David Luiz al final del partido, cuando se retiraba
del estadio Mineirão pidiendo disculpas.
"Sólo quería darle una alegría a mi pueblo", dijo frente a las cámaras el
melenudo zaguero de 27 años.
Pero más allá de la mezcla de emociones, los brasileños parecen coincidir en
que esta ha sido la peor derrota futbolística de su país, el temible
pentacampeón del mundo.
"Es una vergüenza. Todo el mundo esperaba una cosa diferente, una
presentación diferente. Pero ocurrió esto", sostuvo Adriana Pinheiro, una
brasileña de 44 años. "Entonces nos cabe lamentar y sufrir ahora: pasar por esta
vergüenza".
"Vejación histórica"
En Brasil ya existen varios adjetivos para definir la paliza alemana, pero en
su mayoría ellos encierran la idea de que dejará una cicatriz imborrable en
generaciones.
"Vejación histórica", tituló en grandes caracteres tras el partido el diario
Folha de S.Paulo en su edición digital. "Humillación histórica", destacó el
portal de O Estado de S.Paulo.
No se trata sólo de que esta sea la mayor goleada que Brasil ha recibido en
una Copa del Mundo, ni la mayor registrada en una semifinal mundialista. Tampoco
se trata sólo de que Brasil haya perdido en su casa, la primera vez que esto
ocurre en un partido oficial en 38 años.
Lo que agrava las cosas para este país acostumbrado a ganar es la forma en
que fue derrotado, sin mostrar siquiera una reacción anímica frente los goles
alemanes que comenzaron a caer en serie tras la apertura de Thomas Müller a los
11 minutos.
A los 22 llegó el de Miroslav Klose, que para colmo de males para los
anfitriones era su 16º gol mundialista y superaba así el récord del brasileño
Ronaldo como máximo goleador en la historia de este torneo. Después vinieron dos
de Toni Kroos, uno de Sami Khedira y dos más de André Schürrle.
El gol de la honra para Brasil llegó recién al minuto 90 del partido, cuando
miles de sus hinchas ya se habían retirado del Mineirão y otros abucheaban a sus
futbolistas.
"Parecería una selección sub-20 jugando frente a un campeón del mundo", decía
asombrado un comentarista de la red Globo.
El arquero Júlio César cargó con la responsabilidad de los
siete goles en contra, pero todo el equipo brasileño jugó mal.
"Muy triste"
Brasil entero sigue sin entender por qué le ocurrió una cosa así, y tal vez
nunca lo consiga. "Explicar lo inexplicable es muy complicado", sostuvo al final
del partido el arquero Júlio César.
Cuando el país sufrió la derrota de 1950 ante Uruguay por 2-1 en la final del
primer Mundial que organizó, la búsqueda de motivos fue larga e incluyó hasta
cuestionamientos a la calidad y hombría de los futbolistas brasileños.
Pero muchas de esas teorías quedaron enterradas con la maravillosa serie de
victorias que Brasil cosechó en los últimos 64 años, que lo volvieron la mayor
potencia futbolística del planeta.
Ahora muchos señalarán la ausencia de dos futbolistas clave de este plantel
brasileño, el lesionado goleador Neymar y el suspendido capitán Thiago Silva,
como parte de la explicación.
"Porque salió Neymar debe haber ocurrido esto", reflexionó Alex Barbasa, un
hincha brasileño de 25 años.
Pero el propio director técnico de La Canarinha, Luiz Felipe Scolari, aseguró
tras el partido que con la estrella Neymar en el campo la historia habría sido
similar, en lo que calificó como el peor día de su vida.
"El responsable soy yo. La elección de la parte táctica es mía", dijo Scolari
a la prensa. También comentó que sus futbolistas entraron "un poco en pánico"
tras el primer gol alemán.
La reacción de los hinchas brasileños
La reacción de los hinchas de Brasil: "Mejor perder por cinco
con Alemania que por uno con Argentina"
Los brasileños lamentaron la catastrófica derrota de su
equipo frente a Alemania en las semifinales de la Copa del Mundo Brasil 2014.
BBC Mundo salió a la calle para recoger algunas reacciones.
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El entrenador es uno de los blancos de críticas de los hinchas cariocas como
Henrique Costa, de 54 años. "No era sólo Neymar que iba a ganar la Copa, tenía
que haber puesto a más gente a trabajar", sostuvo. "Los brasileños no
esperábamos un 5-0 en el primer tiempo. Fue horrible".
Una duda es cómo reaccionarán ahora los brasileños, que parecían haberse
unido detrás de su selección, dejando de lado las críticas a los gastos
millonarios en estadios del Mundial que contribuyeron a desatar protestas
masivas el año pasado.
La propia presidenta brasileña Dilma Rousseff, que buscará su reelección este
año, admitió su desazón tras el partido. "Estoy muy, muy triste con la derrota",
indicó en su cuenta de Twitter. "Pero no nos vamos a dejar quebrar", agregó.
Los medios brasileños reportaron incidentes aislados tras el partido,
incluidos varios ómnibus incendiados y un comercio saqueado en São Paulo, pero
se desconoce si tienen relación con la derrota.
En las calles de Río también hubo quienes buscaron consuelo. "Hoy está siendo
el Alemanazo", comentó Luiz Henrique Medeiros, un carioca de 45 años. "Sólo que
es mejor perder por (seis) con Alemania que por uno con Argentina. Es menos
malo, por lo menos".
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