Venezuela,
un país con más de 10 años de controles de cambio, dónde el acceso a los
dólares es cada vez más restringido, posee actualmente un mecanismo que es
considerado alternativo y que se denomina el Sistema Complementario de
Administración de Divisas, resultando en una suerte de adivinación pues los
participantes deben suponer cual será el rango bajo el cual se asegurarían
“pegar” una adjudicación.
Esto ha provocado que sea percibido como un sistema mal planificado, que oculta más información de la que maneja, con normas y procedimientos poco claros, lo cual deja muchos vacíos legales, evidenciado en la primera subasta realizada en marzo sólo para Personas Jurídicas, que terminó siendo un completo fracaso, por lo cual se hizo una reingeniería con el objetivo de: 1. Permitir el acceso al sistema de Personas Naturales. 2. Dinamizar la entrega de dólares por sector de la economía. 3. Volver más transparentes las convocatorias, adjudicaciones y liquidaciones. 4. Bajar el precio del dólar negro o paralelo.
Hasta el momento, sólo parece cumplirse el primero
de esos objetivos, pues el nuevo SICAD permite la participación en
convocatorias de personas naturales, dónde se resalta que hasta el momento
hayan resultado adjudicadas 20.850 personas en la primera “subasta” a un monto
promedio de 1471,08 en el viajero y 3873,39 para los estudiantes/salud, pasando
en la segunda para viajero a 998,38 y para estudiantes/salud 2457,49 una
reducción de 32,13% y 36,55% respectivamente. Esto permite concluir que la
“subasta” en realidad se adjudica entre un número determinado de personas en
partes iguales, dónde dichas personas lograron “pegar” entre un rango de precio
mínimo y máximo por divisas que establece el BCV de manera aún no determinada.
También, la Oferta Pública Privada (OSP) tiene una
representación importante en las dos convocatorias, pasando de un 5% en la
primera a 8% en la segunda. Esto ha permitido traer cierto balance entre una
adjudicación y otra, pues resulta obvio que el monto promedio para PN es
llevado a su monto en ceros superior más próximo, lo cual provoca que el BCV
requiera de más dólares de los que inicialmente precisó adjudicaría. Es así,
como en la primera “subasta” poseía un déficit de 2,46% para cubrir la
totalidad de la adjudicación, que fue cubierta por la OSP y dejando una
excedente de 2,18%, cosa que no sucedió en la segunda subasta, pues de
evidencia un déficit inicial de 14,14% que pasó a un 6,80%.
Para finalizar, lo presentado en estas líneas
deviene del análisis de los datos disponibles por parte del BCV, sin que esto
permita entender en su totalidad el sistema, por lo cual se propone una segunda
entrega que permita ampliar el conocimiento sobre el tema, esto luego de la
tercera convocatoria y adjudicación de la ¿Subasta o Lotería? SICAD.
@Jeansuarez
jeansuarez1308@gmail.com
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