1. Tú controlas tu propio destino
Muchos empresarios se consideran a sí mismos como personalidades
“Tipo A “: gente que le gusta tener el control y tomar decisiones. En
otras palabras, ser dueño de un negocio los salva de tener que trabajar
para otro. “Una de las razones para poseer un negocio pequeño, es la
posibilidad de conducir integralmente tu empresa”, dice Kasey Gahler,
un planificador financiero certificado de Austin, que dejó una gran
empresa para iniciar su propio negocio Gahler Financial hace ya tres
años. “Cuando estás en el asiento del conductor, tomas las decisiones
basándote en la mejor manera de conducir tu empresa en el futuro. Esto
puede ser abrumador para algunos y uno debe saber cuándo y cómo delegar.
2. Puedes encontrar tu propio balance trabajo / vida
Una de las ventajas más citadas de ser dueño de tu propia empresa, es
la flexibilidad que te otorga, ya sea trabajar desde donde quieras,
fijar tu propio horario, llevar un camisón o incluso sentarte junto a tu
mascota mientras trabajas. “Puedo llevar un cuchillo, conducir un
camión y pasar más tiempo con mi perro – ¿qué puede ser mejor que eso?”,
dice David Winters, que tiene un negocio de reparación de pantallas de
dispositivos móviles llamada Screenmobile en Charlotte, Carolina del
Norte. De igual importancia, los empresarios dicen que poseer su propio
negocio, les permite fijar sus prioridades. “Yo hago mi propio horario,
lo que me permite pasar tiempo con quien es más importante en mi vida y
es mi inspiración para el trabajo -mi hijo, Zachary,” dice Yamile
Jackson, cuya empresa, Nurtured by Design, tiene un diseño ergonómico de
productos para bebés y niños pequeños.
3. Tú eliges con quién trabajar
Cuando trabajas para otra persona, raramente escoges con quien te
gustaría trabajar. Si no te gustan tus compañeros de trabajo, es hora de
que empieces a enviar currículos. Este no es el caso cuando eres dueño
de tu propio negocio, ya que puedes tomar las decisiones sobre a quién
contratar (y despedir). “Con los años, he contratado a decenas de amigos
personales, familiares y ex colegas de negocios para trabajar conmigo
en diferentes puestos”, dice la emprendedora Christine Clifford, dueña
de Eden Prairie, con sede en Minnesota, que incluye a The Cancer Club
(Club de Cáncer) y Divorcing Divas (Divas Divorciadas) . “¿Por qué?
Porque se preocupan por mí. Rodéate de personas positivas que te den la
confianza y el optimismo que necesitas para seguir adelante.
4. Tú tomas el riesgo – y cosechas las recompensas
No hay duda de que ser dueño de tu propio negocio es una propuesta
arriesgada. Pero con el riesgo viene la recompensa. Dicho de otra
manera, mientras mejor manejes los riesgos, mejor será la recompensa que
cosecharás. “Lo que más disfruto de la compañía es jugar al “juego de
los negocios”, dice Mark Dinges, dueño una empresa con sede en Tustin,
California llamada California Creations que fabrica juguetes a cuerda
sofisticados llamados Z Windups. “Es como la combinación entre jugar
póquer y apostar mucho con el mejor juego de estrategia jamás visto.
Existe un número ilimitado de variables en casi todas las áreas de la
empresa, y así como piensas que tienes las cosas bajo control en una,
luego todo cambia. Específicamente, me gusta tener mi propio dinero en
riesgo, y a continuación, tener que vivir de acuerdo al resultado de
las decisiones que he tomado (buenas o malas).
5. Desafiarte
Algunas personas prosperan en la rutina de su trabajo – la de
realizar las mismas tareas día tras día. Como emprendedor, puedes
apostar a que cada día estará lleno de nuevas oportunidades, de
desafiarte a ti mismo, ser creativo y aprender algo nuevo. “Lo bueno de
ser dueño de una pequeña empresa es que rara vez experimentas el mismo
día dos veces”, dice Michael Wilson, co-fundador de Mad Dancer Media,
una empresa de diseño web y brand management en Franklin, Tennessee.
“Cada día, aprendo algo nuevo sobre el hecho de ser propietario de un
negocio. Ya sea algo acerca de los impuestos, contabilidad, o la gran
cantidad de otras cosas que giran alrededor de dirigir una empresa.
6. Puedes seguir tu pasión
Muchos emprendedores dicen que las largas horas que invierten en el
crecimiento de su negocio, no se sienten como si fuera trabajo porque en
realidad, se están divirtiendo con lo que hacen. “Para mí, fue una
elección muy consciente la de ganarme la vida haciendo lo que amo”, dice
Trish Breslin Miller, quien comenzó su tienda de artesanía al por menor
This Little Gallery en 1989, a la edad de 27. “Pensé que pasaría más
horas de mi vida trabajando más que ninguna otra cosa, entonces ¿por qué
no convertirla en mi pasión? Me gusta la satisfacción de promover y
apoyar algo en lo que verdaderamente creo; artesanías hechas a mano en
los EE.UU.”
7. Puedes hacer las cosas – más rápido
Los emprendedores, en general, parecen tener una alergia a la
burocracia. En lugar de esperar la aprobación – o la guía que se
escribirá acerca de cómo hacer algo – los propietarios de pequeñas
empresas, se tientan ante la oportunidad de hacer las cosas. “La mayoría
de las grandes compañías están demasiado ocupadas siendo grandes para
ser proactivas”, dice Darren Robbins, propietario de un negocio de
serigrafía en Austin llamado Big D Custom T-Shirts. “Lo mejor que la
mayoría puede hacer es reaccionar más rápido que las otras grandes
compañías cuando la ola se aproxima.
8. Puedes conectarte con tus clientes
Existen pocas cosas que emocionen más a los emprendedores como interactuar con sus clientes. En lugar de esconderse detrás de una serie de saludos automatizados, a los propietarios de pequeñas empresas les encanta trabajar uno-a-uno con sus mejores clientes - o tomar la decisión de deshacerse de aquellos clientes que no les gusta.”No tiene que lidiar con clientes que son imbéciles - puede incluso despedirlos,” dice Brett Owens, cuya compañía de software Chrometa construye aplicaciones de control de tiempo.
Existen pocas cosas que emocionen más a los emprendedores como interactuar con sus clientes. En lugar de esconderse detrás de una serie de saludos automatizados, a los propietarios de pequeñas empresas les encanta trabajar uno-a-uno con sus mejores clientes - o tomar la decisión de deshacerse de aquellos clientes que no les gusta.”No tiene que lidiar con clientes que son imbéciles - puede incluso despedirlos,” dice Brett Owens, cuya compañía de software Chrometa construye aplicaciones de control de tiempo.
9. Puedes retribuirle a tu comunidad
A muchos emprendedores les encanta la idea de que en la construcción
de su negocio, puedan retribuirle en forma de productos y servicios,
a la comunidad o comunidades en las que operan, mediante la donación a
instituciones de beneficencia y, especialmente, la capacidad
de crear puestos de trabajo, que es particularmente importante en
estos días. ”Me siento muy orgulloso al saber que soy la solución
de un problema que otros tienen y de ofrecer oportunidades laborales que
les gusten a las personas”, dice Chris Brusznicki, fundador de una
empresa vacacional llamada GamedayHousing.
10. Te sientes orgulloso de construir algo propio
Una de las mayores diferencias entre ser dueño de tu propia empresa
en lugar de trabajar para otro, es el orgullo de generar algo propio.
“No hay nada como tener éxito a través de tu propio liderazgo,
capacidades, ideas y esfuerzos “, dice Peter Leeds, que entrena a los
inversores a través de su negocio, Penny Stock Professional. No sólo
existen beneficios derivados de mantenerte actualizado - también puedes
presumir sobre lo que haces. “Algo realmente renovador de poseer una
pequeña empresa, es que la gente se interesa en ti y en tu historia”,
dice Steve Silberberg, propietario de una empresa que fabrica mochilas
para bajar de peso llamada Fatpacking.
Por Darren Dahl
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