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lunes, 17 de junio de 2013

S&P baja nota de crédito a Venezuela

El crecimiento económico de Venezuela se empezó a resentir en el primer trimestre del año. (Foto: Getty Images) 

CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Standard & Poor's (S&P) redujo este lunes la calificación soberana de Venezuela en moneda extranjera a "B" desde "B+" y asignó perspectiva negativa ante la débil capacidad del Gobierno para instaurar medidas económicas en un contexto de crecientes desacuerdos políticos al interior de la administración de Nicolás Maduro.  

"La rebaja a Venezuela refleja una menor habilidad del Gobierno para implementar medidas que reviertan la caída en el PIB, el aumento en la inflación y la debilidad externa en un contexto de mayores desacuerdos políticos en la administración", dijo la calificadora en un comunicado.  

S&P agregó que la creciente incertidumbre política está debilitando la implementación de políticas económicas y puede minar la gobernabilidad. La calificación "B" refleja mayor vulnerabilidad de un emisor ante circunstancias adversas.   

La decisión de la agencia pone la calificación en línea con la nota B2 de Moody's Investors Service y un escalón por debajo del "B+" que asignó Fitch Ratings. Ambas agencias tienen perspectivas negativas para la calificación. 

La calificadora alertó también por la desaceleración de la economía y el aumento en la inflación.
"El crecimiento del PIB se está desacelerando y esperamos que llegue a cero. La inflación está aumentando y puede llegar a cerca del 40% para fin de año", señaló.  

Detalló que la perspectiva negativa refleja la posibilidad de que un presidente débil siga políticas poco pragmáticas que incrementen los desbalances en la economía y generen inestabilidad.  

"También refleja el riesgo de que incluso si el Gobierno toma medidas correctivas, no podrá implementarlas efectivamente por el difícil ambiente político. Podríamos rebajar la calificación en un escalón sobre ese escenario", apuntó.  

En mayo, la inflación en Venezuela se aceleró a 6.1% impulsada por el alza de los alimentos y un aumento salarial, mientras que el índice de escasez alcanzó 20.3%. 

El crecimiento económico se empezó a resentir en el primer trimestre, cuando se desaceleró a 0.7% ante una caída de las importaciones y el retroceso en sectores como la construcción que se habían expandido durante el último año gracias al gasto público. 

Con información de Reuters.

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