El punto de partida para determinar que es lo que es realmente
productivo en tu empresa consiste en tener muy claras las prioridades y
los objetivos que deseamos alcanzar.
- Define lo que es importante. Una de los principios de Stephen Covey en su libro Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva es definir que es lo IMPORTANTE. Cada año, cada mes y cada semana define claramente y junto a tu equipo de trabajo que es lo más importante a realizar en ese período de tiempo de tal manera que puedan enfocarse claramente en ello y evitar diluirse solamente en actividades urgentes o “apaga fuegos”. Una buena técnica consiste en establecer, por ejemplo, 3 objetivos importantes de la semana y que la mayor inversión de tiempo y recursos se enfoque en alcanzarlos.
- Identifica y elimina distractores. Es muy común que sin darnos cuenta somos absorbidos por distintos distractores y algunos de ellos pueden estar sutilmente disfrazados como tareas productivas, pero muchas veces se convierten solamente en un “Activismo” que no contribuye en nada a laproductividad real de tu negocio y solo terminan siendo una pérdida de tiempo. Comienza por identificarlos y eliminarlos de tus actividades y las de tus colaboradores. Algunos ejemplos: Uso inmoderado del Internet, programas de mensajería instantánea, lectura de correos personales, reuniones innecesarias, llamadas telefónicas personales extensas, adicción a redes sociales, etc.
- Reduce la “burocracia” interna de tu organización. Los procedimientos y las normas son mecanismos de protección y que deberían contribuir al orden y la efectividad, pero cuando estos se hacen cada vez más burocráticos entonces el efecto es contrario. Una organización puede volverse burocrática cuando se involucra a demasiados jefes para completar procedimientos. Requerimientos de firmas, documentación o revisiones múltiples pueden ser tan solo algunas de las actividades que lejos de hacerte crecer, pueden a la larga hacer tu empresa menos eficiente. Desde luego, eliminar la burocracia que muchas veces sea ha construido a través de los años no será una tarea fácil, pero bien vale la pena.
- Aprende a decir que no. Un mal hábito que desarrollamos comoemprendedores, sin darnos cuenta, es pretender atenderlo todo, estar en todo, aceptar cualquier invitación o decidirlo todo. Si verdaderamente deseas elevar tu negocio a un nuevo nivel, un buen principio es aprender a decir NO a algunas cosas. Evalúa que actividades realmente contribuyen a tu crecimiento y a las demás simplemente di “no gracias”. Rechaza educadamente invitaciones a eventos irrelevantes, delega en tus mandos medios y de esa manera tendrás más tiempo y recursos intelectuales para mantener el rumbo, la visión y alcanzar mejor tus objetivos.
- Aprende a descansar. Algunos empresarios trabajan incansablemente 15 horas al día, 7 días a la semana pensando que de esa manera lograrán más resultados. Nada más alejado de la realidad. El descanso físico y mental son indispensables para hacernos hombres y mujeres más productivos. Es un hecho médicamente comprobado que descansar y “desconectarnos” periódicamente contribuye a un mejor desempeño mental.
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