En
el momento en que nacen nuestros hijos y a medida que van creciendo,
nosotros como padres pensamos, soñamos y visualizamos su futuro como el
mejor médico, ingeniero o el mejor beisbolista del mundo, entre tantas
profesiones; por lo que a lo largo de su infancia le inculcamos cultura
sobre los estudios, valores y principios familiares básicos en su
formación personal. Sin embargo, la mayoría de las veces dejamos de lado
una de las herramientas más importantes que puede determinar su éxito
personal en el futuro, como es la cultura y el valor sobre el dinero.
Recordemos, que
independientemente de la profesión o actividad a la que nos dediquemos,
todos nos enfrentamos a objetivos comunes que involucran dinero, como
adquirir una vivienda, educación de los hijos, vacaciones, plan de
retiro, entre otros.
A continuación presentamos
algunas ideas que puedes aplicar en función de crear una sana cultura
hacia el dinero durante la infancia y adolescencia de tus hijos:
La alcancía y la cuenta bancaria: uno de los
regalos más importantes es una alcancía, luego es importante que lleves a
tu hijo al banco para que abra una cuenta ahorro y salga con su
libreta. En ella visualizará su crecimiento y estará incentivado a
hacerla crecer. Lo recomendable, es hacer esta actividad cuando tu hijo
este cursando su primer grado de escuela básica, la cual es una edad en
la que empieza a tener razonamiento lógico.
Asignar una mesada semanal: enséñalo a administrar su dinero. Esta cantidad le permitirá cubrir sus posibles gastos diarios como una merienda o ciertos gustos y antojos. Lo ideal es colocar condiciones, por ejemplo: Si el aporte semanal se lo gasta a mitad de semana, luego no tendrá dinero para completar los días, y no recibirá dinero extra. Esta técnica, le permitirá aprender la disciplina en la administración de su dinero desde pequeño.
Enséñale que el ahorro trae recompensa: has un pacto con tu hijo, déjale saber que si al final de la semana ha ahorrado una cantidad de dinero de su mesada, tú le recompensarás con una cantidad adicional. Enséñale técnicas de ahorro, por ejemplo, si tiene una merienda favorita hazle saber que puede llevarla desde casa y podrá ahorrar una pequeña cantidad.
Enséñale el valor del dinero: no complazcas inmediatamente todos sus caprichos, hazle saber que las cosas son difíciles de obtener y que el niño necesita ahorrar una cantidad para poder comprar lo que siempre ha querido. Llega a un acuerdo, por ejemplo si su deseo es comprar una patineta, incentívalo a que ahorre al menos la mitad del costo del artículo. Verás que valorará el juguete muchísimo más que si lo complaces al momento.
Llévalo de acompañante a las compras: esta sencilla actividad -como llevarlo al auto-mercado- le enseñará a tu hijo distintas actividades relacionadas a la economía y las finanzas. Una buena técnica es llevar una lista de compras, esto le hará entender sobre la planificación de los gastos familiares, e incluso a lo largo del tiempo podrá entender el efecto corrosivo de la inflación. También puedes dejarlo elegir y comparar artículos para que comprenda la relación precio, calidad y cantidad. También podrás enseñarle el poder de la negociación en algunas compras que lo permitan. Son múltiples las oportunidades para enseñar a tu hijo en esta cotidiana actividad.
Asignar una mesada semanal: enséñalo a administrar su dinero. Esta cantidad le permitirá cubrir sus posibles gastos diarios como una merienda o ciertos gustos y antojos. Lo ideal es colocar condiciones, por ejemplo: Si el aporte semanal se lo gasta a mitad de semana, luego no tendrá dinero para completar los días, y no recibirá dinero extra. Esta técnica, le permitirá aprender la disciplina en la administración de su dinero desde pequeño.
Enséñale que el ahorro trae recompensa: has un pacto con tu hijo, déjale saber que si al final de la semana ha ahorrado una cantidad de dinero de su mesada, tú le recompensarás con una cantidad adicional. Enséñale técnicas de ahorro, por ejemplo, si tiene una merienda favorita hazle saber que puede llevarla desde casa y podrá ahorrar una pequeña cantidad.
Enséñale el valor del dinero: no complazcas inmediatamente todos sus caprichos, hazle saber que las cosas son difíciles de obtener y que el niño necesita ahorrar una cantidad para poder comprar lo que siempre ha querido. Llega a un acuerdo, por ejemplo si su deseo es comprar una patineta, incentívalo a que ahorre al menos la mitad del costo del artículo. Verás que valorará el juguete muchísimo más que si lo complaces al momento.
Llévalo de acompañante a las compras: esta sencilla actividad -como llevarlo al auto-mercado- le enseñará a tu hijo distintas actividades relacionadas a la economía y las finanzas. Una buena técnica es llevar una lista de compras, esto le hará entender sobre la planificación de los gastos familiares, e incluso a lo largo del tiempo podrá entender el efecto corrosivo de la inflación. También puedes dejarlo elegir y comparar artículos para que comprenda la relación precio, calidad y cantidad. También podrás enseñarle el poder de la negociación en algunas compras que lo permitan. Son múltiples las oportunidades para enseñar a tu hijo en esta cotidiana actividad.
Préstale y pídele prestado: Esta actividad es muy importante, ya que tu hijo entenderá la responsabilidad de los créditos
Pídele prestado dinero: aunque no lo necesites, el objetivo final es enseñarle la responsabilidad y compromiso del valor de sus ahorros. Pacta una compensación (tasa de interés) y el tiempo en que le devolverás el dinero. Cumple cabalmente las condiciones. Esta actividad la puedes realizar cada trimestre.
Préstale dinero: aprovecha el escenario en que él necesite dinero, en lugar de darle una cantidad, ofrécele un préstamo con condiciones de pago, plazo y una compensación. Hazle saber que ha adquirido un compromiso. Recuerda que el objetivo no es en sí la operación monetaria, sino, el fomentar el valor de compromiso y responsabilidad.
Ayúdalo a montar su pequeño negocio: incentívalo a que explote su creatividad, muchas veces esas ideas se pueden convertir en un pequeño producto que podría vender y tener esa experiencia de emprendimiento. Por ejemplo, las historias pueden ir desde hacer galletas o hacer dibujos para ser impresos en una franela que pueda ofrecérselas a sus familiares. La idea no es incentivar la codicia, sino hacer germinar el espíritu emprendedor del niño. Incluso, si alguna de esas ideas fracasa, como padre, podrás estar a su lado para enseñarle que el fracaso es parte del aprendizaje.
Diviértete: Entre los tantos juegos que pueda tener, incorpora juegos que tengan que ver con el razonamiento financiero, como por ejemplo el monopolio, un juego que nos enseña el poder de los activos, la renta, la suerte y la capacidad de negociación.
Enséñale las consecuencias del mal uso del dinero: muéstrale casos en los que el exceso o indebido uso del dinero ha llevado a desmejorar la calidad de vida determinadas personas. Esto le permitirá fortalecer los valores sobre el uso del dinero.
Para enseñar finanzas personales a tu hijos durante la infancia, debe estar basada en valores, si bien estos no se inculcarán de un día para otro, contarás con un largo periodo -desde la infancia hasta la adolescencia de tu hijo- para aplicar estas técnicas con el objetivo de formar hijos que en el futuro tendrán libertad financiera y calidad de vida.
Este artículo fue escrito por el IFE para el Blog de Bancaribe como parte de su programa de educación financiera.
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