Aún recuerdo cuando mi esposa y yo “nos embarazmos”, hace ya 15 años.
Fueron momentos hermosos, pero sin duda alguna todo un reto para ambos.
Yo aún estudiaba la carrera, y en ese tiempo empecé a trabajar.
Ella y yo iniciamos juntos un ahorro para poder tener a nuestra hija
en las mejores condiciones posibles, lo cual logramos (fue nuestro
primer objetivo financiero cumplido). Eso fue fundamental en nuestra vida y nos dio una gran motivación para seguir adelante.
Pero también fue una etapa muy difícil. Pocas parejas
saben o siquiera imaginan lo que significa añadir hijos a su vida. Es
un gran compromiso (que se traduce en una gran felicidad). Por ello
debemos prepararnos en todos los aspectos posibles: a nivel emocional y
espiritual, como individuos y como pareja. Pero también – muy importante
– en el aspecto financiero.
Guía Financiera para Padres Primerizos
A continuación presentamos algunos asuntos clave que debemos reconocer y hacer antes y después de formar una familia:
Fijar nuestras prioridades. Es muy claro que no
podemos tener y hacer todo a la vez. Como en cualquier otro aspecto de
la vida, comenzar o expandir una familia requiere de una cuidadosa
planeación financiera. Uno debe siempre tener muy claras sus
prioridades, y estructurar su vida en torno a ellas.
Revisar cuidadosamente nuestro presupuesto. Si uno ha tenido tiempos difíciles con su presupuesto, definitivamente debería hacer un análisis honesto sobre cómo su ingreso y gasto
se verán impactados con la llegada de un bebé al hogar. Ellos
definitivamente disparan el gasto, por lo menos en comida, ropa,
medicinas, vacunas, pañales, etc. Una herramienta excelente para manejar
el presupuesto familiar es YNAB (You Need a Budget),
es la que personalmente uso porque me ha funcionado a la perfección
(entre muchos programas que he probado a lo largo de mi vida).
Adicionalmente, algunas madres podrían preferir obtener un trabajo de
medio tiempo o dejar de laborar para dedicarse mejor a sus hijos. Esta
decisión debe tomarse desde antes de planearlos, y debe ser honesta y
compartida entre ambos padres. Los hijos deben traer felicidad, no más
angustias, problemas y preocupaciones.
El costo de la educación. Lamentablemente, en
términos generales, el nivel de la educación pública en nuestro país es
demasiado pobre. Esto obliga a los padres responsables a tratar de
llevar, en la medida de lo posible a sus hijos a escuelas particulares, a
fin de que tengan mayores oportunidades en su vida laboral. El costo es
muy elevado: puede llegar hasta 900,000 pesos únicamente de jardín de
niños a preparatoria, más una cantidad similar para la universidad
(incluyendo libros y materiales). Si bien el pago de colegiaturas no se
da de inmediato, es importante el ahorro constante
incluso desde que los niños nazcan, para asegurarnos de tener los
fondos suficientes para garantizar la mejor educación superior que les
podamos dar.
Revisar las coberturas de seguros.
Antes del embarazo, es muy importante revisar que nuestro seguro de
gastos médicos tenga cobertura para maternidad. En todos los casos
existe un periodo de espera de alrededor de un año para que esta
cobertura pueda operar, lo cual es lógico pues evita situaciones de mala
fe. En algunos seguros de incapacidad, el embarazo suele considerarse
una condición preexistente, por lo que la cobertura suele ser negada si
no se adquiere antes del embarazo. Además, los padres deben contratar un
seguro de vida al momento de confirmar que existe el embarazo, no
después de que nazca el niño.
Alguno de los dos podría desarrollar un
problema de salud durante el embarazo (no es frecuente, pero es un
riesgo), por lo que podrían tener problemas para encontrar un seguro de
vida adecuado.
Actualizar o hacer un testamento. Si uno tenía ya un
testamento antes de formar una familia, desde luego debe cambiarlo para
incluir al nuevo ser. De lo contrario, es importante hacer uno. Con un
hijo en el mundo, uno debería tener designado algún tutor que se
encargue de su desarrollo en el caso de que ambos padres llegaran a
faltar. Incluso, aunque nombrar un tutor pueda ser una decisión muy
difícil, es siempre peor imaginarnos a una corte decidir sobre quién se
hará cargo del cuidado de nuestros hijos.
Dar de alta a nuestros hijos en nuestro seguro médico.
Muchas compañías ofrecen cobertura inmediata y automática a los niños
desde que nacen, sin embargo el nacimiento les debe ser reportado dentro
de un plazo razonable (generalmente es un mes, pero puede variar según
los términos de la póliza) y pagar la prima correspondiente. Es
importantísimo hacerlo, ya que un recién nacido puede experimentar
complicaciones en sus primeras semanas de vida.
No poner los deseos de nuestros hijos antes que las necesidades familiares. Muchos
padres ofrecen a sus hijos infinidad de actividades por las tardes,
desde clases de natación, membresía de un club deportivo, clases de
música, otros deportes, etc. Muchos padres terminan por no controlar
estas actividades, que pueden convertirse en un dolor de cabeza
financiero. Sin duda, el hacerlo de forma ordenada y siempre con un fin
en mente, puede resultar muy beneficioso para la familia. Uno no debe
olvidar que las familias más felices y más exitosas son aquellas en las
cuales todos los miembros pueden distinguir claramente entre lujos materiales, y necesidades familiares.
El costo de un “accidente feliz”. Mucha gente que ha
planeado tener cierta cantidad de hijos, termina teniendo varios más en
lo que se llama “accidente feliz”. Es importante que la planificación
familiar involucre métodos permanentes y seguros una vez que se ha
alcanzado el número de hijos deseado, recordando que este tipo de
“accidentes” son los más costosos que uno puede enfrentar.
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