La hiperinflación en realidad es una inflación fuera de
control, otros la definen como un proceso económico agresivo de alza continuada
en los precios de los bienes y servicios dentro de una economía, por ende,
significa la perdida acelerada del valor de la moneda y poder adquisitivo de
los salarios. Otros analistas más pragmáticos dicen que la hiperinflación nace
del descrédito o rechazo de los ciudadanos de un país por su moneda local. En
el caso de VENEZUELA todo esto
sucede además en el marco de una profunda crisis política, inoperancia del
modelo económico socialista y perspectivas negativas sobre el desempeño futuro
de la economía. Venezuela llega al
entorno hiperinflacionario por una crónica indisciplina fiscal y monetaria,
combinado con un severo declive productivo, en un entorno de controles
generalizados e irrespeto a los derechos de propiedad.
Otros países recientemente como ARGENTINA por ejemplo, transitaban hacia este camino, al colocar a
su Banco Central al servicio de la emisión de “dinero inorgánico” para
financiar crecientes déficit fiscales, causado por el populismo y un Estado
cada vez más grande y difícil de financiar. Sin embargo, la victoria del
Presidente MACRI logró quebrar estas expectativas, eliminando los controles de
cambio, solucionando el tema de la deuda con los fondos internacionales, y de
cierta forma tratando de reordenar las finanzas públicas para poder atraer
capitales e inversión.
En Venezuela se presentaron previamente, muchas de los síntomas
de una economía bajo la espiral hiperinflacionaria, entre las cuales están:
- La Dolarización (indexación) informal de los precios dentro de la economía, por ejemplo precios de los inmuebles, vehículos y otros activos se fijan con el dólar libre como referencia clave, en un marco de control de cambio.
- Caída generalizada del ahorro a mediano y largo plazo. La población prefiere mantener sus ahorros, patrimonio y riqueza en una moneda extranjera estable.
- La gente se desprende rápidamente de los saldos monetarios para adquirir activos fijos o bienes no perecederos, antes de que aumenten sus precios y/o costos.
- Se acortan los plazos de las ventas a crédito o desaparecen.
- Se realizan ajustes de muy corto plazo en los inventarios empresariales, listas de venta al mayor y al público de los bienes ofertados; dejan de marcarse el precio de los productos.
- Disminuye la demanda de moneda local, aumenta la demanda de divisas, como repuesta natural ante la veloz aceleración de los precios de los bienes y servicios.
Los Economistas Steve H. Hanke and Charles Bushnell en su
reciente trabajo para “Johns Hopkins Institute for
Applied Economics, Global Health, and Study of Business Enterprise”, incluyeron
a la economía de Venezuela como el caso número (57) en la historia económica
mundial en entrar oficialmente en Hiperinflación. (HYPERINFLATION TABLE Venezuela Nov.
2016 Highest Monthly Inflation: 221%. Daily Inflation: 3.96%. Prices To Double
17.8 days).
Además los (IFRS) “International Financial Reporting
Standard” aceptados
universalmente, consideran que una economía está en contexto de Hiperinflación,
cuando en los últimos (3) años consecutivos la sumatoria de las tasas anuales
de inflación, se aproxima o supera el 100% (3 dígitos). La inflación acumulada en Venezuela entre
los años 2014- 2016 ascendió a 682.40% (Tomando en el año 2016 los datos
del CENDAS- FVM, dado que el Banco Central no ha publicado cifras oficiales).
Para el año 2017 el (FMI) estima para Venezuela una inflación anual de (4)
dígitos.
Toda esta situación resulta paradójica, cuando Venezuela durante
las décadas de los años 80 y 90 mantuvo una tasa de inflación de relativamente
baja en comparación con muchos países de América Latina que acusaban procesos
hiperinflacionarios, finalmente estos aprendieron que la disciplina monetaria y
fiscal, son requisitos esenciales para la estabilidad de los precios dentro de
una economía.
Autor: Román Gutiérrez @gutierrezrom
Autor: Román Gutiérrez @gutierrezrom
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