En esta ocasión quiero abordar algunas ideas en torno a un tema central para toda organización: cómo hacer frente a una crisis y cómo la diversidad es hoy una ventaja competitiva, que permite a las empresas enfrentar con éxito esos momentos decisivos.
Bien entendidas, las crisis pueden traer consigo grandes oportunidades de cambio, crecimiento y desarrollo. El buen manejo de estos momentos de quiebre, que todos debemos enfrentar en algún punto de nuestras vidas como empresa y como persona, es clave para salir fortalecidos y con un nueva visión del futuro.
Para las empresas es fundamental contar con herramientas que les permitan hacer frente a situaciones de crisis. En mi experiencia de trabajo con líderes de recursos humanos, como headhunter y como consultora en procesos de desarrollo de talento, he podido identificar cuatro motivadores que pueden considerarse como pilares para hacer frente a una crisis y a la perspectiva de un futuro incierto:
1. Liderar las diferencias
Tiene que ver con fomentar un pensamiento incluyente y con buscar la complementariedad en los equipos de trabajo. Para ello, entender la multiculturalidad, los diferentes estilos de trabajo, los valores de cada generación, entre otros factores, se convierte en un reto fundamental. En este sentido, la adaptabilidad y la flexibilidad constituyen un componente clave para ver nuevas oportunidades.
2. Adaptarse al entorno
Se resume en cómo podemos adaptarnos a un entorno cambiante para llegar a nuestras audiencias, ya sean nuestros clientes externos o internos. Es esencial estar abiertos y ser capaces de entender aquellos factores del entorno que evolucionan de manera constante.
3. Gestionar la crisis
Contar con un plan de contingencia y tener claro qué es lo que se tiene que hacer es básico. Sin un plan, se genera incertidumbre. Para trascender dentro de la crisis es necesaria la certeza.
4. Desarrollar competencias
Fomentar el desarrollo de su personal es un objetivo vital para las empresas. Sin embargo, con frecuencia nos encontramos que el desarrollo de competencias no necesariamente va al ritmo que el negocio lo exige. Aquí es importante entender que el desarrollo de una competencia lleva cierto tiempo. Es imprescindible trabajar en cuestión de paradigmas y de creencias limitantes para potenciar el crecimiento del talento en las organizaciones.
Hoy, la diversidad de género es un pieza fundamental dentro de las empresas y para el desarrollo de los drivers anteriores.
La diversidad de género no puede ser vista como una tendencia o una moda, sino como una ventaja competitiva; como un factor diferenciador capaz de fortalecer a las empresas en momentos de crisis, transformación y crecimiento. La participación de hombres y mujeres favorece el pensamiento creativo, la innovación, la comunicación, la inteligencia social y el liderazgo transformacional como competencias clave para el desarrollo y crecimiento de las empresas.
Fuente: Ángeles Madrigal
Fuente: Ángeles Madrigal
No hay comentarios:
Publicar un comentario