Ante clientes,
gerentes, administradores y encargados la pregunta fue la misma: ¿Las
expectativas económicas que posee para 2014 son? Y en todos se dibujó una risa
que casi parecía decir: “Como puede preguntarme eso” a lo que seguidamente
todos sin excepción responden palabras más palabras menos “Incertidumbre” y
casi la mitad de ellos “Ley de Precios Justos” siendo que ambas variables
nombradas en la primera es muy general y la otra bastante específica.
Dicha incertidumbre, está basada en los desmanes
de anuncios que hace el ejecutivo en el orden económico: el fiscal, monetario, comercial
y productivo que no tienen un impacto real o positivo, sino más bien agrava la
inflación y escasez. La desaparición de CADIVI ahora conocido como Centro
Nacional de Comercio Exterior (CENCOEX) el limbo del Órgano Superior Cambiario,
el Sistema Complementario de Administración de Divisas (SICAD) que ha sufrido 3
cambios operativos en menos de 12 meses, el Órgano Superior de la Economía, un
tercer sistema desconocido hasta el momento de escribir este artículo, sumando
la falta de adjudicaciones y liquidaciones de divisas desde 2013, las
devaluaciones, el enroque continuado de ministros, la “guerra económica”, la
rotación de 3 personas en menos de un año en la presidencia del BCV, impuestos
de todo tipo y ahora la Ley Orgánica de Precios Justos, un licuado de leyes con
todo tipo de controles sobre la actividad privada que desalienta y desmotiva
hasta al más estratégico de los gerentes que además trae un Registro Único de
Personas que Desarrollan Actividades Económicas (RUPDAE) y a Superintendencia
Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (SUNDDE).
La
incertidumbre, es definida como “Es el grado de desconocimiento o falta de
información, porque existen desacuerdos sobre lo que se sabe o podría saberse”
y es igual a la duda. Esto llevado al escenario económico venezolano se traduce
casi en “incertidumbre total” debido a que no hay una política clara sobre qué
hacer o cómo actuar, por tanto cualquier emprendedor, industrial, comerciante u
otro, está peligrosamente en la cuerda floja de las multas, la expropiación o
la cárcel.
El entradamado
de leyes, instituciones, nombramientos y anuncios solo oscurece, dan a entender
que el Estado poco o nada comprende sobre la economía real y las consecuencias
de querer controlar un río que termina llevándose gobiernos, ideologías y
naciones hasta recuperar su cauce natural pues la auto provocada inflación,
devaluación, crisis fiscal, colapso y default son el alto precio del Populismo.
Consultor de Empresas
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