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A continuación, 10 metas que pueden
estar presentes en una trayectoria laboral entre los 25 y 45 años:
1. Fíjate en tus primeros trabajos. Buscar
un lugar que ofrezca posibilidades de hacer carrera es un punto de
partida importante, y una vía para lograr ese objetivo es ingresar a un trainee, consideró Roberto Esparza Viedma, director general de IQubadora.
Las empresas
promueven estos programas para captar jóvenes que rotan por diferentes
áreas y si son contratados tiene un plan de carrera asegurado en la
organización. TenarisTamsa, Nestlé, Lilly México, Unilever, Deloitte y
Procter & Gamble cuentan con esta herramienta.
2. Escoge un empleo ancla.
En los primeros empleos es importante permanecer por lo menos dos años
para tener idea de la dinámica y los ciclos en una organización,
aconsejó Leñero. Estos primeros años también sirven para crearse una
identidad profesional, agregó Andrés Hatum, autor del libro La Carrera Profesional.
Importante. Si la empresa no tiene un plan de carrera,
es medular invertir tiempo para desarrollar esta herramienta. Anota a
qué retos/puestos le apuntas, en cuánto tiempo y cómo llegarás.
3. Sigue capacitándote. No
hay que esperar a los 30 para regresar a clases. Roberto Esparza
explica que el crecimiento que se tiene planeado debe reforzarse con
conocimientos y habilidades actualizadas. Puede ser una especialización
para complementar la formación académica, que se oriente al área donde
interesa crecer o cubra una habilidad que requerirás más adelante.
4. Es el momento para viajar. Los
primeros años de vida laboral son buen momento para una estancia fuera
del país, que sume experiencia que servirá para después cotizarse a
nivel laboral. "Hay que pensar en algo que te saque de la zona de
confort", aconsejó Esparza Viedma. En el mercado hay una amplia oferta de
prácticas y estancias profesionales en el extranjero, pero también
puede ser el periodo idóneo para mejorar un idioma.
5. ¿Quieres un giro, hazlo? En
el inicio de la carrera es recomendable que la persona logre un nicho
de especialización para empezar a ser reconocido por un área de
experiencia, aconsejó Andrés Hatum. Los primeros siete años también
pueden ser propicios para cambiar de especialidad o terreno laboral. En
este momento "no hay consecuencias tan negativas", agregó el autor.
Incluso, quizá hayas detectado que tu vocación es otra, y así ser más
eficiente y asertivo en los siguientes años de carrera.
Después de los 30
6. Piensa en renovarte. Al
superar los 10 años de carrera el objetivo es tener claro lo que
disfrutas y quieres hacer. Eso servirá para definir tu valor como
profesional e invertir en habilidades de liderazgo y trabajo en equipo
para pulir las características que has elegido para diferenciarte.
7. Mira otras áreas. La
idea es seguir escalando laboralmente y para eso hay que explorar
otras áreas y funciones de la empresa o tu labor de profesionista
independiente, sugirió el director de IQubadora.
8. Vuelve a salir. Tal
vez algunos años antes viajaste por gusto o para aprender un idioma,
pero pasados los 30 hay que buscar esta experiencia de nuevo. Algunas
compañías promueven asignaciones internacionales (estancias por periodo
en el extranjero). Otra opción es estar en contacto con un proyecto o
fuente internacional vinculada a tu trabajo. En esta etapa se espera
que el profesionista aporte en su trabajo una visión más amplia /
global.
9. Acelerar la inversión en ti.
Cerca de los 40 el profesionista se aproxima a la cúspide de la curva
profesional y a los 45 tiene la máxima capacidad de generar ingresos. Para esta
etapa una meta es haberse integrado a comités o asociaciones que
permitan varias cosas: seguirse actualizando, ampliar contactos que
sirvan a futuro y promover tus conocimientos. En términos financieros a estas
alturas el ahorro para el retiro debe ir al alza.
10. Vuélvete un visionario. Quizá
antes de llegar a los 45 ya tienes un buen nivel en la organización
(directivo) que permita planear seguir adelante en ese grupo. Pero esa
no es una generalidad para todos los profesionistas, así que la última
meta es definir a través de qué te garantizarás un buen futuro. Puede
ser un emprendimiento, desempeñarse en asesorías, invertir en el
negocio de un tercero, hacer alianzas con amigos o compañeros de
trabajo para comenzar un proyecto. La experiencia, contactos y
conocimientos del mercado con que se cuenta hay que capitalizarlos y no
esperar hasta que te den las gracias.
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