Evaluar ideas de negocio implica poder responder a interrogantes como los siguientes:
- ¿El producto o servicio que tengo es realmente mercadeable?, o sea, ¿ Hay realmente clientes interesados en dichos productos o servicios?.
- ¿Por que están esos clientes interesados en mis producto o servicio?.
- ¿Es significativo el mercado ?.
- ¿ Es sencillo llegar a esos clientes ?.
- ¿Los mecanismos de acceso a los clientes están a mi alcance ?
- ¿Existen competidores, y que tan fuerte es su posición?.
- ¿Tengo ventajas sobre los productos/servicios de la competencia?.
- ¿Que desventajas tengo sobre los productos / servicios de la competencia?.
- ¿Cuales son los usos directos, alternos y complementarios de mi producto/servicio?
- ¿Conozco o tengo acceso a la tecnología para elaborar el producto con la tecnología pensada?.
- ¿Existe la disponibilidad de insumos para producir?
- ¿Existen espacios físicos adecuados disponibles en la zona en que se debe establecer el negocio?.
- ¿Cuál es la inversión requerida? ¿ Tengo posibilidades de conseguirla?.
- ¿Puedo manejar las practicas productivas y comerciales en este negocio?
- ¿Qué tipo de personal necesito? ¿Qué capacitación debe tener? ¿ Existe ese personal a mi alcance?.
- ¿Es el margen de utilidad atractivo?.
- ¿Las expectativas de liquidez del negocio son favorables?.
- ¿Existen problemas legales?
- ¿Se ajusta el negocio a mis gustos y deseos?
- ¿Existen dificultades ambientales o sociales?
- ¿Que exigencias en tiempo puede tener el negocio? ¿Dispongo de él?
- ¿Necesito socios? ¿Qué perfil deben tener?
- ¿Cuáles son los puntos de falla del negocio?
- ¿Qué es lo que más desconozco del negocio?.
- ¿Es aceptable el nivel de satisfacción personal en la implementación de estas ideas?.
La respuesta a estas preguntas básicas permitirán saber si estamos
ante una simple idea de negocio que tiene posibilidad de convertirse en
una oportunidad de negocio. Este filtro es básico para no gastar tiempo
ni otros recursos en el análisis de ideas sin mercado, o sin tecnología,
o sin personal, o con requerimientos financieros inalcanzables, o en
negocios que no son o no tienen posibilidad de ser rentables, o en
actividades que no estamos dispuestos a llevar a cabo por
consideraciones personales.
Este proceso, por otro lado, nos permite definir mejor nuestra
oportunidad, o identificar oportunidades adicionales o simplemente
adquirir conocimientos básicos sobre un nuevo negocio.
Además de las respuestas surgirían seguramente nuevos e interesantes
planteos de cosas que posiblemente no hayamos meditado al plantear la
idea de negocios, y que pueden servirnos para ajustarla mucho más y
mejorar la previsión de lo que necesitamos para llevarla a la realidad.
Lic. Victor Kertes
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